Dos siglos de hacer la Obra de María. 

 

En la Sociedad de María, educar es una obra creadora que tiene como fin integrar el corazón, el carácter y la virtud de cada uno de sus alumnos. Familia y escuela, juntos, formamos la comunidad educadora.

La sencillez, el espíritu de familia, el amor al trabajo y la presencia son rasgos de nuestro estilo educativo. Al iniciar el siglo XXI, los Maristas de todo el mundo seguimos fieles al proyecto educativo fundacional, reconociendo sus límites, pero también siendo testigos de que ha dado frutos y continúa dándolos, sencillamente porque se inspira en las fuentes del Evangelio.